Exploración libre, un término que sin duda nos define a la perfección como escuela. Y es que una de las metodologías que usamos en nuestra pedagogía es la exploración y observación libre del propio niño para poder hacer un aprendizaje de manera autónoma. Para poder potenciar esta exploración libre, en Escuela Madiba introducimos en el currículum educativo juegos como el cesto de los tesoros. ¿Sabes en qué consiste? Si no es así, ¡en este blog te adentraremos en este juego!
Recomendado para bebés de la primera etapa de la educación infantil, el cesto de los tesoros estimula la curiosidad del infante y su autonomía. Este juego fue propuesto por Elinor Violeta Goldshmied, una pedagoga inglesa que desarrolló el concepto de juego heurístico como herramienta para relajar al bebé y que este también aprendiera e inspeccionase. Y, sin duda, este juego es uno de los más adecuados para que el pequeño se relaje, explore, conecte consigo mismo y con lo que tiene delante, estimulando todos los sentidos y todas sus capacidades cognitivas.
En Escuela Madiba trabajamos este juego como una herramienta constructiva en el que el protagonista es el bebé y en el que este tiene el objetivo de aprender mediante el descubrimiento, gracias al contacto físico de los objetos. Se estimularán y desarrollarán capacidades cognitivas, como conocer o relacionarse; y perceptivas, se activarán sentidos como la vista, el oído, el olfato o el tacto. Sin duda, una experimentación sensorial a través del contacto con los objetos, con manos, boca y pies, así como golpeándolos o lanzándolos. ¿Nuestro papel? Será el de supervisar y observar la actitud y experimentación del niño y darle la atención que necesite durante su descubrimiento.
En qué consiste el cesto de los tesoros
Este juego se basa en un cesto lleno de objetos, sobre todo, cosas que no sean peligrosas para el bebé. Podemos mezclar diferentes materiales, texturas y pesos, como también, formas y colores. Cuanto más atrayentes sean los objetos mejor para el pequeño/a. En dicha canasta se deben meter aproximadamente unas cincuenta piezas, pueden ser frutas, piedras, pinzas de ropa, corchos y otros objetos.
Este juego puede durar unos cuarenta minutos, dependiendo del interés que muestre el niño/a. El espacio requerido para este juego debe ser tanto amplio como diáfano, además de crear un ambiente tranquilo y cómodo para que el bebé no tenga interrupciones de cualquier tipo. Así pues, cada quince días se deberán renovar los objetos, ya que si siempre hay los mismos puede ser que el niño/a pierda el interés y la curiosidad.
¿Quieres que tu pequeño estimule sus cinco sentidos y aprenda jugando? En Escuela Madiba creemos que para que tu pequeño/a crezca y aprenda, debe de experimentar por sí solo lo que tiene a su alrededor, ¡sin duda, siempre bajo nuestra supervisión!